lunes, 27 de febrero de 2012

Pensar, ejercicio de Cuaresma


                                                             25 líneas

A  ti, a mí y a todos, la Cuaresma nos puede ayudar a descubrir que es posible otra forma de vivir. Porque la Cuaresma, además de anunciar que estamos a cuarenta días para la Pascua, tiene otros mensajes. Por ejemplo, vida más sencilla y auténtica, más abierta a la comunicación sincera y sin fingimiento, más preocupada por los intereses y los problemas comunes…
La felicidad auténtica y más duradera nace de esa satisfacción profunda de ir levantando el edificio de nuestro futuro de acuerdo con un proyecto que acariciamos entre sueños. Algo muy diferente a ser consumidores de experiencias pasajeras y entender la vida como una sucesión de fragmentos.
La Cuaresma también puede ser tiempo para pensar.  Vamos creciendo con el paso de  las hojas del calendario. Aunque universitarios, dedicados al trabajo intelectual, no estamos habituados a pensar. Ocupamos tiempo en disfrutar de la música preferida –que es un goce muy legítimo– pero no nos detenemos a escuchar el rumor de nuestros sentimientos, la voz de nuestra interioridad. Quizá alguien lo ha intentado y, lamentablemente, no oye nada…
El encuentro personal  con Dios es absolutamente insospechado. La cita puede estar en la contemplación de la naturaleza, detrás de una noticia con una carga extraordinaria de significado  o cuando a la hora de hacer un juicio sobre  un acontecimiento, nos damos cuenta de que las razones puramente físicas se escapan  como quien intenta recoger  un puñado del mar  entre las manos.
Aquel célebre filósofo y ensayista que fue José Ortega y Gasset  entendía la vida humana como una unidad integradora. Todo lo contrario a la vida mosaico o puzle  de piezas separadas.  La Cuaresma puede ayudarnos a pensar y reconstruir  el argumento global de nuestra vida. No sobra preguntarnos  si en la trama de los días y las horas,  la fe, el amor  y la razón, la ciencia y la conciencia,  Dios y el servicio a los demás están presentes de forma relevante. 

P. Santiago 

No hay comentarios:

Publicar un comentario