LA CITA ANUAL DE LA CUARESMA
El próximo día 22 –con el miércoles de Ceniza– se inicia la CUARESMA. ¿Qué
significa este tiempo o a qué nos
invita la Cuaresma? Dos preguntas importantes para quien sienta el rescoldo de la fe en su vida
o esté preocupado por el difícil
arte de vivir.
La Cuaresma es el camino de preparación
para celebrar la resurrección de Jesús: la Pascua. Camino de conversión, cambio interior delicado y paciente como el escultor
que modela el barro con sus dedos y sueña con la obra acabada.
Quien se niega a cambiar, renuncia a
conocer, a superarse, a crecer. Cada uno tiene que dar un paseo por su propio
mundo más íntimo para descubrir los rincones más oscuros y los aspectos más
necesitados de atención.
Tendríamos que estar muy ciegos, o ser
muy orgullosos para concluir rápidamente el viaje y decir que gozamos de una
perfecta salud en nuestra relación con nosotros mismos, con los demás y con
Dios.
No nos tratamos bien cuando
descuidamos nuestro trabajo, nuestro tiempo libre, nuestro cuerpo… No tratamos
bien a los demás si nos falta un empeño exquisito por el respeto, la amistad,
la ayuda sin condiciones. Y tampoco tratamos bien a Dios cuando pasamos los
días y las semanas instalados en la indiferencia. No es que estemos librando un pulso con
grandes dudas de fe ni que consideremos a Dios rival de nuestra libertad, sino que perdemos todos los
partidos que jugamos con la pereza y vaciamos nuestra vida de espacios para la
reflexión. Corremos el riesgo de empobrecernos
por vivir de espaldas al silencio, la adoración y
la alabanza. No hay peor esclavitud que vivir encadenados a lo inmediato
y material. ¿Dónde quedan el amor, la esperanza, el asombro, la capacidad de
soñar?
¡Bienvenida la Cuaresma como ocasión
privilegiada para cambiar!
P. Santiago
P. Santiago
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