sábado, 24 de mayo de 2014

La primavera, escaparate de la belleza de la naturaleza

25 líneas

Da gusto cruzar el Parque del Oeste y entristece cuando sobre  la hierba verde se extiende una capa de papeles y de bolsas de plástico. Estamos profanando el medio ambiente, envenenándolo. ¿Queremos una tierra viva o una tierra muerta? La tierra no será viva sin flores, sin pájaros, sin agua transparente…Tierra que debemos cruzar con pies de algodón porque nos recibirá un día en su regazo y guardará nuestro cuerpo muerto hasta su resurrección.
Dios tuvo el ingenio creativo de crear y en un gesto de audacia, quiso que el ser humano fuera colaborador de la creación. Por eso no se puede maltratar la naturaleza. Creados para la vida que no termina, no podemos destruir nada. El egoísmo no tiene grandeza. ¡Qué pobre es quien juzga que el mundo comienza y termina en él!
Dicen que el corazón humano tiene el tamaño de un puño cerrado y hay hombres que no abren nunca su corazón. Vamos a soñar con esa tierra y esa humanidad que Dios soñó. Hombres vivo en una tierra también viva. Todas las bombas son sacrílegas porque matan la vida. Nunca podemos ser anticreadores. La naturaleza sufre nuestra violencia cuando la manchamos de papeles o de sangre. Un parque abandonado o unas flores cortadas despiertan en  el alma un llanto funeral.
Es primavera, reestreno de una vida naciente y multicolor. La luz y el sol, amigos y compañeros, se sientan más tiempo a nuestra mesa y los árboles nos regalan su fronda olorosa. ¿Nos vamos a perder tan hermoso espectáculo? ¿Alguien se atreverá a manchar el decorado de la primavera o a caminar de espaldas a las rosas, las caléndulas, los tulipanes, la humilde flor de azahar?

P. Santiago

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