domingo, 27 de abril de 2014

50 años del Colegio Mayor Universitario San Agustín

25 líneas

Fue su inauguración oficial el 24 de abril de 1964, fiesta de la Conversión de San Agustín. Ha pasado tiempo como para estar ante un cincuentenario que no cabe, naturalmente, en 25 líneas. Hay que mirar hacia atrás – al siglo pasado, aunque no quede tan alejado de nosotros– y encontramos un cuadro social, político y universitario muy diferente. El acontecimiento divisorio entre dos grandes épocas de la historia más reciente de España se llamó transición. Hubo muchas transiciones, muchos pasos hacia un clima nuevo de libertades, de estilos de vida, de sensibilidad social, de autonomía personal.
En aquel tiempo –un tanto encorsetado y rígido–, los Colegios Mayores permitían respirar el aire limpio de la libertad, expresar la frescura de la utopía, soñar con un mañana diferente. Eran fuente de creatividad y de esperanza. Hoy los colores del paisaje universitario son más tenues y apagados. Hay jóvenes maniatados por el sentimiento de que alguien les ha robado el futuro, que la clase política da pocas muestras de preocupación por los intereses personales y prodiga los gestos de despreocupación por los comunes, que los sueños profesionales pueden estrellarse ante una realidad dura que levanta muros de dificultades ante la búsqueda del primer trabajo.
Yo quisiera reivindicar para los Colegios Mayores  la función crítica, propositiva y creadora  que tuvieron en otro tiempo. Formarse no es recibir diariamente un chaparrón de conocimientos, sino que es aumentar el grado de inquietud personal, de amor por la vida, de sabiduría sobre uno mismo y sobre la realidad que nos rodea como las paredes de nuestra habitación. Sin olvidar que también es función de los Colegios Mayores ser necesario hospital de campaña para curar con el bálsamo de la amistad las heridas y los contratiempos inesperados que rasgan el alma.

P. Santiago

No hay comentarios:

Publicar un comentario